Stéphane Hessel nacido en Berlín, Alemania, el 20 de octubre de 1917, diplomático, escritor, y militante político, fue miembro de la resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial, capturado y torturado por la Gestapo, y recluso de los campos de concentración de Buchenwald y Dora-Mittelbau. Fue uno de los redactores de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948. Al estallar la Segunda Guerra Mundial, se alista en la Resistencia y se suma, en Londres, al equipo del general De Gaulle, quien le confía una peligrosa misión en territorio francés.
Ha lanzado su propuesta de "indígnate" ante lo que está ocurriendo en la sociedad y en nuestro mundo, planteándolo en este pequeño libro, y mostrando en el mismo, la necesidad de un cambio en esta nueva generación. Hessel llama a la indignación, la base de la Resistencia. La Resistencia en aquel entonces proponía una organización racional de la economía asegurando la subordinación de los intereses particulares y al interés general y a la vez tener una verdadera democracia económica y social, implicando la privación a los grandes feudales económicos y financieros de la dirección de la economía.
Stéphane Hessel, dedico su vida al bien común, en su libro Indígnate le hace un llamado a la juventud a luchar para defender los derechos que como ciudadano le pertenecen, que se indignen por todo lo que está pasando en la sociedad en que vivimos y ataquemos de forma pacífica para que se nos de lo que es justo y que por derecho nos pertenece.
Indignarse significa enojarse fuertemente a causa de algo o de alguien que se considera intolerable, que merece enérgica reprobación o que ofende la calidad de persona que uno tiene, es a lo que se refiere Stéphane Hessel en su libro ‘’Indígnate’’.
Este motiva a los jóvenes a indignarse, a no dejarse vencer y a que su libertad sea usada para combatir el nuevo fascismo de este tiempo, amenaza capitalista y el amor al dinero.
Las personas, más que reivindicar cosas concretas o gremiales, le gusta sentirse y que la tengan en cuenta, muchas de estas personas ya están cansada del mercado, de la corrupción y de exclusiones.
Todo el mundo protesta, es decir, personas de todas las edades, porque no se hacen valer sus derechos y por esta situación los jóvenes no deben darse por vencidos y deben de seguir motivados a buscar la solución de que su voz sea escuchada para que esto no empeore más.
Es hora de que la preocupación por la justicia, por la igualdad sostenible llegue a ser predominante. Pues nos provocarían problemas peores. Con este problema se le daría fin a la existencia humana sobre un mundo que puede llegar a ser desolado por la humanidad.
Las personas tienen la obligación de trasladarse a todos los lugares de la nación a defender sus derechos, hasta ahora la mayor parte de estas peticiones finalizan en una exhibición o suceso que apenas tienen hostigamiento, se debe a causas como el desorden, la fuerza de llevar las incorporaciones desde internet al mundo real, la difusión geográfica o la simple ignorancia.
Vivimos en una sociedad donde no hay peor ciego que el que no quiere ver, donde el mundo se ha vuelto conformista y donde hemos dejado perder miles de valores.
Aunque el autor centra esta obra en la situación de Francia, nos sirve de gran ejemplo porque ya no es cuestión de un país, sino de un mundo sin fronteras que ha perdido el pudor y la valentía de indignarse. Es más fácil el camino corto, el camino que creemos sin piedras, pero a la larga perdemos mas siendo parte del problema que de la solución.
El problema actual es que es fácil mirar a nuestro alrededor y hacer lo que todo el mundo hace, no entendemos que si hacemos la diferencia poco a poco habrá resultados de lo que en un futuro podamos ver y sobre todo vivirlo.
Esta obra muestra como el poder del dinero es capaz de mover montañas, de comprar la credibilidad, comprar valores y lo peor de todo de comprar la dignidad. En cambio cuando nos indignamos buscamos un camino de libertad, un camino de justicia, si conocemos a alguien que no tenga esta actitud nuestro deber es inducirlo y conquistarlo a gozar de esta pura libertad y sobre todo de este gran derecho que tiene la humanidad.
El autor hace mucho énfasis en la diferencia del mundo de ayer y hoy, como la sociedad cada vez se deja guiar hacia lo corrupto y lo que no está bien hecho, especialmente las generaciones jóvenes que vienen subiendo.
Uno de los tema que toco el autor de gran importancia fue la seguridad social, en nuestro país no hace mucho tiempo que acaba de implementarse, especialmente los Fondos de Pensiones y es motivo de indignación como la gran mayoría de los ciudadanos dominicanos no saben para que se utilizan en estos fondos. Lo peor de todo es que el gobierno no se preocupa por enseñar a la población de esta ley que pocos conocen y que es de gran beneficio. Otro motivo de indignarse en este mismo sentido es la lucha y el trabajo que deben pasar muchas personas cuando fallece un afiliado a una AFP de tantos requisitos que debe buscar. Al final, muchos pierden mas buscando dinero en papeles que lo que pueden obtener. Además la ignorancia de la población cuando el gobierno dice que se utilizaran estos fondos para construir casas, a esto todos nos quedamos callados porque somos víctimas ignorantes.
Las razones para indignarse pueden aparecer en el mundo de hoy menos claras o el mundo se ha vuelto demasiado complejo, al parecer hemos centrado nuestras actitudes en el mundo de la indiferencia no comprendiendo que vivimos en un mundo donde no hay equilibrio ni social ni económico ni de ningún tipo. Como puede existir un equilibrio si muchos desconocemos nuestros derechos y tememos a indignarnos con las cosas que simplemente no deben ser.
Hoy vivimos centrados en un mundo de guerra y de vacio donde no comprendemos que la violencia es una conclusión lamentable de situaciones inaceptables para los que la sufren. La violencia bajo cualquier forma que se manifieste es un fracaso, un fracaso inevitable porque somos un universo de violencia. Aun así la violencia no es eficaz, en la noción de eficacia es precisa la esperanza de la no-violencia. Es el camino que debemos elegir, que debemos preferir.
Para lograr esto, debemos conocer y concentrarnos en los derechos, si los violamos o faltamos a ellos, debe provocar nuestra indignación. Es hora de que la preocupación por la ética, por los principios, por la justicia sea predominante.
Hessel también llamo a la indignación en este libro, la misma indignación que era la base de la Resistencia: “Nosotros, veteranos del movimiento de resistencia y de las fuerzas combatientes de la Francia libre, llamamos a las jóvenes generaciones a hacer vivir, a transmitir la herencia de la Resistencia y sus ideales. Les decimos: ¡tomad el relevo, indignaos! Los responsables políticos, económicos, intelectuales, y el conjunto de la sociedad no deben resignarse ni dejarse impresionar por la actual dictadura internacional de los mercados financieros que amenaza la paz y la democracia”. “Os deseo a todos, a cada uno de vosotros, tener un motivo de indignación. Exhorta a la sociedad a no dejarse impresionar por la dictadura internacional de los mercados financieros que en este momento están atentando contra la paz y la democracia.
Cada día que pasa los políticos se van haciendo más millonarios, poniendo por debajo al obrero, la mujer que se descuida de su familia por buscar sostener a esta, los niños que hasta trabajan cuando terminan de estudiar y muchos hasta abandonan sus estudios, y el nivel de analfabetismo creciendo en un muy alto porcentaje.
Hassel desea que cada ser humano tenga un motivo de indignación así como el es indignado por el nazismo y fue así como llego a ser militante, fuerte y comprometido. Para este no hay peor actitud que la indiferencia, dice que al decir yo no puedo hacer nada se está perdiendo un elemento sumamente importante como es la indignación. Destaca también dos grandes retos como son la gran diferencia que hay entre los que son muy pobres y los que son muy ricos que crece cada día más y también los derechos del hombre y el estado del planeta en que vivimos.
La no violencia es el camino que debemos aprender a seguir. Para Hessel el futuro pertenece a la no violencia y a la armonía de todas las culturas en general, para él la no violencia es la única manera de acabar con la violencia.
Toca también el tema de palestina el cual ha vivido el autor de cerca como ejemplo de por qué la insurrección pacífica es el camino efectivo a seguir. Piensa que el terrorismo es inaceptable, pero que es preciso aceptar que cuando se está ocupado con medios militares infinitamente superiores la reacción popular no puede ser otra que no violenta.
Ojala y las declaraciones de este libro puedan desatarse en un planeta basado en valores, en lo que somos y podemos llegar a ser a través de nuestro esfuerzo, y no por demostrar ser mejores que otros, porque aparentamos ser lo que no somos, lo que deseamos lo podemos obtener siempre y cuando nuestro esfuerzo y trabajo no los otorgue. Debemos comenzar a cambiar el mundo para poder recibir buenos resultados en un futuro no muy lejano.
Indígnate es un libro que le habla en primer lugar a los jóvenes de este tiempo y les exhorta a no dejarse llevar por las corrientes de este mundo si no a defender sus derechos y a pelear por ellos.
El autor hace referencia a como se han desvirtuado lo que es la concesión de los derechos humanos y de cómo muchos de nosotros nos hacemos de la vista gorda o no nos importa el rumbo que toman las cosas, afirma que el peor error es no hacer nada, el no indignarse con las cosas como están, el dejar que los altos poderes nos utilicen sin hacer valer nuestros derechos, incita a los jóvenes a cambiar su forma de pensar y a la vez los motiva al decir que basta solamente con un grupo que se mantenga activo para cambiar las cosas.
En lo particular consideramos que tiene toda la razón al plantear que nuestro primer error es el darnos por vencidos y aceptar lo que se nos imponga sin ni siquiera pelear por ello por eso entiendo que es necesario mirar y recapitular, observar a nuestro alrededor y tratar de cambiar las cosas que podamos, que si se hace una cosa hoy y otra mañana podremos entre todos construir un mejor futuro para la humanidad.
En la actualidad todo ser humano espera tener una jubilación que le permita a los trabajadores mayores acabar dignamente sus días. Las fuentes de energía, la electricidad, el gas, la gasolina, los grandes bancos nacionalizados etc.
La visión de una población inferior, vuelta a la nación de los grandes medios de producción, fruto del trabajo común, las fuentes de energía, las riquezas del subsuelo, las compañías de seguros y los grandes empresas bancarias la institución de una verdadera democracia económica y social.
Se dice que nuestro futuro es de no violencia, pero es inevitable ya que nuestro universo consta de seres humanos que la hacemos aparecer, estamos viviendo en un mundo interconectado con la violencia como nunca debido a que estamos viviendo en una sociedad donde la violencia tanto familiar como física esta en un 90% de la población.
Indígnate, nos habla de forma suave pero a la vez fuerte de cómo debemos reclamar nuestros derechos humanos, nos hace un llamado a los jóvenes que no debemos dejarnos impresionar por la actual dictadura internacional de los mercados financieros que amenazan con la paz y la democracia…
Nos deja saber que en estos tiempos donde aun la prensa nos exige que debemos publicar y como lo debemos hacer, nos destaca que para tener una Democracia es necesario tener una prensa independiente. No aquella que se deja llevar por gobiernos, influencias, amenazas etc.
En estos tiempos, donde para muchos no es tan importante la carrera sino el dinero y la competición nos hace un llamado “toma el control indignaos” son muchas las razones para indignarnos hoy en día las razones pueden estar claras y a la vista de todos, pero aun tenemos el miedo para hacerlo o el mundo cada vez se nos vuelve más complicado.
Existen demasiadas amenazas, hoy en día se sufre de amnesia generalizada, es preciso saber que la historia provoca choques sucesivos, y hay que elegir la esperanza a la no violencia, proponer un mejor horizonte para nuestra juventud.
Este libro nos plantea que debemos tener bien claro lo que se nos amerita tener como ser humano, que cada uno de nosotros tenemos deberes y derecho. La mayoría de veces nos dejamos imponer cosas en nuestro diario vivir, sin escudriñar sin analizar el porqué es así. Y por medio a este documento del Sr. Stephane Hessel, que viene a darnos a conocer que la mentalidad de gran parte de la nación, nos hace daños como personas que queremos un mundo mejor, una nación en la cual tenemos la oportunidad de mirar más adelante. Unos de los puntos de me ha impactado de este documento, es el caso de palestina; Plomo Fundido (llevado a cabo por el ejército Israelí). Todo por un enfado, irritación. En una lección de su propia historia, de los que ellos han creado.
Otro punto que nos compete como ser humano y que también fue tocado, fue el de la NO Violencia, en la cual sabemos que esto no es bueno por ningún lado que lo hablemos, ya que se engloba: El Odio, El Rencor y Cosas Negativas de la cual nada bueno sale. Tenemos que tener pendiente que la Esperanza es la mano amiga para combatir esos conflictos de la violencia.
Primara vez que leemos un documento que engloba, abarca, la realidad que nos destruye como personas capaces de construir un mundo mejor, una nación ejemplo. Por tal motivo nos invita a poner en práctica la fuerza, la esperanza, el deseo de ayudar los demás sin ninguna distinción, amar a valorar a cada persona que está en el planeta tierra, ya que desde nuestra creación fue todo por amor. Me invita creer que ningún gobernante es dueño de lo que queremos, de lo que tenemos ni de nuestros valores, estos mismos están errados, confundidos, abatidos por el qué dirán y esto los impulsa a una dictadura de grupos y daño para el pueblo.
Este documento nos ayuda a levantar la frente en alto, a subir la voz en lo más alto para decir que si se puede, si nos unimos para afrontar el daño causado por personas con mentalidades, creencias diferentes, y un corazón negro.
Nosotros como jóvenes haremos la diferencia.
Crear, es resistir.
Resistir, es crear.
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